Imagina cómo vivirías si fueses un Hare Krishna. Imagina que lo único importante en tu vida tiene que ser complacer a tu maestro, porque él es como el dios Krishna. Que tuvieses que ignorar a tu familia, porque ninguno de ellos importa, ya que son una 'ilusión'. Por eso tienes que vivir aislado de tus seres queridos, porque tienes que aceptar que todo en la vida es una inexistente ilusión. Que tus padres, tu propio cuerpo y toda la realidad del mundo no importan, así como no importarían tus sueños. El Hare Krishna tiene que pagar el karma para poder tener una mejor vida cuando reencarne. Si no lucha por aceptar su estado de vida dentro de la adversidad sin protestar ni defenderse, no acepta el reto de vencer sus sentidos y emociones. No puede luchar por superarse para conseguir un estado superior de vida. Tiene que vencer las tentaciones del mundo y realizar actos espirituales en servicio de Krishna para poder acanzar el grado más alto de conciencia, y poder reencarnar en la otra vida para vivir con su dios, lleno de bienestar, atractivo, bello, deseado, lleno de riquezas y poder, y poder terminar con el ciclo de futuras reencarnaciones, no puede tomar decisiones diferentes a las recomendadas por su maestro. Los adeptos creen que tienen que adquirir la consciencia de Dios al momento de morir, porque el estado mental con el que muera, según lo que crea con mucha fe, será el estado en cual reencarnará; o sea si muere con la consciencia de un animal reencarnará con los animales como otro animal, pero si muere con un estado de consciencia humano, reencarna en el cuerpo de otro ser humano. Por eso, el Hare Krishna tiene que aislarse, despojarse de toda pretensión y eliminar toda vanidad. No puede ser feliz con nada que se pueda palpar, no puede luchar por nada que no sea para Krishna, porque no tiene sentido la vida ni sus sentimientos, son falsos. Luchar con la esperanza de alcanzar algún sueño personal sería ser egoísta, tener la consciencia de un ser humano o animal, resistiéndose a no pagar su karma para conseguir una reacción en respuesta positiva, pudiendo adquirir así una vida mejor. Al ignorar sus sentimientos y el de sus seres queridos, entra en un estado de lucha en contra de la naturaleza humana del cuerpo que busca la supervivencia, salud y protección. Practica el ascetismo en contra de su bienestar personal, confundiendo la necesidad de mantener la salud con lo que cree es poseer la consciencia de un animal, identificando la necesidad como peligrosa y negativa, y por ello comienza a realizar prácticas autodestructivas. Como resultado la doctrina resulta ser completamente inhumana, y sus prácticas responden a las de una secta peligrosa y destructiva.