
En un mundo donde la exposición a medios, redes sociales y plataformas digitales es abrumadora, las marcas enfrentan un desafío sin precedentes: destacar en un entorno saturado de mensajes. La clave para lograrlo no está solo en la segmentación precisa o la oportunidad del mensaje, sino en la creatividad, coherencia y consistencia con las que se comunica. La personalización contextualizada se ha convertido en un recurso indispensable para conectar con los consumidores de manera significativa y generar un impacto comercial real.