
La Malinche y el Pípila son dos personajes de nuestra historia que, tal vez no por azar, representan cosas antagónicas: la una, mujer, traidora, vendida, desertora de su raza; el otro, orgulloso indio, defensor de la independencia y agente activo en la liberación de nuestra nación. Ella colaboró con los conquistadores para quitarnos nuestra libertad, él quemó la puerta de la Alhóndiga de Granaditas para devolvérnosla, ¿quién iba a decir que medio siglo después los mismos mexicanos rogaríamos por un imperio?
Porque así fueron las cosas... ¿o no?