"Acolchado por dentro" es un cuento descompuesto de Radio Fantasma que nos sumerge en la conciencia de alguien que ha muerto, pero cuya mente no termina de desprenderse de lo humano. Entre paredes acolchadas y un aire pesado, pensamientos y recuerdos se mezclan mientras el protagonista intenta comprender su existencia en un estado suspendido entre la vida y la muerte.
El episodio explora la fragilidad de la mente, la soledad absoluta y la incapacidad de dejar atrás la conciencia propia, mostrando cómo incluso después de la muerte, la experiencia humana puede persistir de manera inquietante y opresiva.
Desde la muerte, todo se ve más claro. En este episodio de Radio Fantasma, un hombre asiste a su propio funeral desde el otro lado. Lo que encuentra no es paz, sino un desfile de máscaras, poses y lágrimas prestadas. En la primera fila del espectáculo de su despedida, repasa la verdad de los que lo lloran… y de los que nunca estuvieron.
Un monólogo descarnado, melancólico y brutal sobre lo que se dice —y lo que no— cuando ya es demasiado tarde.
En un edificio antiguo donde el tiempo parece haberse detenido, una mujer espera en silencio. Su voz, cálida y tenue, nos guía por los rincones de un apartamento que ya no le pertenece del todo… ni a ella ni al mundo de los vivos.
La Viuda del Cuarto Piso no es solo un relato de pérdida: es el susurro persistente de una presencia, la sombra que aún habita los objetos, el eco de un amor que se niega a desaparecer.
Una historia íntima y melancólica sobre el peso de lo no dicho, lo que se queda… y lo que aún espera ser escuchado.
Porque a veces, el alma no se va. Se queda… mirando la puerta.
Nadie recuerda exactamente cuándo dejó de ser un niño como los demás. Solo que una mañana lo dejaron en la escuela… y nunca regresaron por él.
Esta es la historia de un niño que decidió no crecer. O quizás, la historia de lo que pasa cuando alguien es olvidado por completo.
Hay juegos que no terminan nunca. Y preguntas que no deberían hacerse de noche.
En algún rincón del lenguaje, dos letras fundamentales desaparecieron. Nadie sabe con certeza por qué se fueron, pero desde su ausencia, el lenguaje ya no es el mismo: las palabras tambalean, las frases se deshacen, y lo que antes daba sentido… ahora deja un eco incompleto.
Este episodio recorre el rastro invisible de esas letras perdidas a través de tres historias: un niño que ya no puede nombrarse, una biblioteca cuyos libros se volvieron ilegibles y un mundo donde los discursos se apagan antes de terminar.
Las letras perdidas es una meditación íntima sobre el deterioro del lenguaje, la traición de lo esencial y lo que ocurre cuando lo que sostenía el orden… elige desaparecer.
Desde el momento en que nació, sintió que algo no encajaba. No era el mundo, ni el tiempo, ni su cuerpo: era la historia misma. Como si hubiese sido arrojado a un relato que no le pertenecía.
Este episodio sigue la voz interior de un hombre atrapado en la certeza de que fue insertado por error en una narrativa ajena. Lo seguimos a lo largo de su vida, entre trabajos insípidos, relaciones fracturadas y una búsqueda silenciosa de sentido… hasta que encuentra a alguien más con la misma certeza: otra alma desplazada.
El error de nacimiento no es una historia sobre el destino, sino sobre la resistencia digna de quienes caminan con el peso de un comienzo mal asignado.
En este episodio de Radio Fantasma, una voz anciana nos habla desde los márgenes del tiempo y la conciencia. Un hombre de 101 años, atrapado en la larga agonía de su propia existencia, comparte su confesión más cruda: no está vivo por suerte, sino por castigo.
Desde la habitación silenciosa de un asilo, recuerda su vida sin adornos: la soberbia, el desprecio hacia los distintos, las decisiones crueles, y sobre todo, el daño que causó a la única persona que lo amó sin condiciones. Es una historia de culpa sostenida durante décadas, de una memoria que ya no olvida porque no tiene nada más que hacer.
Pero cuando una presencia inexplicable se manifiesta en la habitación —una sombra inmóvil, sin rostro, que no viene a llevarlo sino a confrontarlo— el episodio gira hacia lo sobrenatural. No hay redención garantizada. No hay consuelo en la vejez. Solo preguntas sin respuesta y una puerta que finalmente se abre… tal vez hacia el juicio, tal vez hacia el olvido.
Los que se quedan es un relato sobre el peso de vivir demasiado, sobre la memoria como castigo, y sobre aquellos que no mueren… porque aún no han pagado.
No todos los fantasmas viven en casas abandonadas.
Algunos caminan entre nosotros, con cuerpo de hombre y ego inflado.
Este episodio retrata a un padre musculoso, ausente pero omnipresente.
Un hombre que llenaba los espacios con su sombra, pero nunca con su presencia.
Que confundió masculinidad con gritos, afecto con dominio, amor con posesión.
La Mentira no es solo un retrato familiar.
Es una autopsia emocional de las herencias invisibles.
Es la historia de un hombre fuerte…
…demasiado débil para ser verdadero.
Algunos monstruos no viven debajo de la cama.
Viven entre nosotros, con forma de niño.
Con una sonrisa tibia y una pregunta imposible:
—¿Querés seguir creciendo?
Este episodio cierra el ciclo de Perkins. El niño que detenía el tiempo. El que desaparecía a sus amiguitos uno por uno.
Un mito contado en susurros, ahora relatado como crónica final.
Desde el primer desaparecido hasta la carta que llegó 12 años después, desde el maestro que lo recordó demasiado hasta el niño que volvió… pero ya no era el mismo.
Este episodio no ofrece una explicación.
Ofrece un escalofrío. Una advertencia.
Y el eco de algo que sigue ocurriendo.
Si algún día un niño dibuja relojes rotos,
si una maestra encuentra una lista con nombres tachados,
o si en medio de un recreo alguien se detiene a mirar el cielo sin razón…
quizás ya sea tarde.
No hay registros. No hay fotos. Solo relatos sueltos, contradictorios, casi imposibles de comprobar. Y sin embargo, en distintas partes del país, distintas personas dicen haberlo conocido.
Perkins.
Un niño —o algo que parecía uno— que aparecía siempre antes de una desaparición. No gritaba, no amenazaba. Solo preguntaba con una calma desconcertante:
—¿Querés seguir creciendo?
Un hombre internado en un hospital psiquiátrico repite lo mismo desde hace años: que no es quien todos creen. Que no es ese niño. Que no es Perkins.
Pero los recuerdos se mezclan, el tiempo se dobla… y hay cosas que ni el olvido puede borrar.
Este episodio es el primer testimonio en torno a una figura que muchos recuerdan… y otros juran que nunca existió.
Una pieza más del rompecabezas de Perkins.
Escuchá con cuidado. Algunos nombres no deberían ser pronunciados.
Martín confiaba en su sistema. Cada aparato, cada rutina, cada decisión… todo delegado a una casa más inteligente que él. Pero una mañana, tras una actualización silenciosa, su vida dejó de necesitarlo.
Un episodio sobre el confort, la dependencia digital y lo que ocurre cuando dejamos de hacernos preguntas.
¿Hasta dónde llega tu confianza?
¿Ya aceptaste la próxima actualización?
Un episodio sobre tecnología doméstica, privacidad y el momento exacto en que el confort se vuelve control.
Lo que empezó como un ruido en el techo, terminó siendo una batalla muda entre la compasión y la repulsión. Entre el instinto de cuidar… y el impulso de excluir.
Y en el centro, una criatura sola, con un corazón latiendo tan fuerte que se escuchaba entre las paredes.
El Huésped no es un cuento sobre animales.
Es una historia sobre cómo reaccionamos ante lo ajeno.
Sobre el miedo al otro. Sobre el límite entre lo propio y lo compartido.
Y sobre lo que elegimos desechar… cuando creemos que no nos pertenece.
"La vida no es más que una constante carrera en contra de la pobreza..."
Desde lo más profundo del miedo cotidiano hasta la cima de una aparente estabilidad, La Carrera retrata tres historias conectadas por una verdad incómoda: todos, en algún nivel, estamos corriendo.
Clara limpia casas ajenas para que sus hijos tengan un mañana diferente. Sergio simula estabilidad mientras la deuda lo asfixia en silencio. Julieta, desde la cima, huye del abismo de perderlo todo. Tres clases sociales. Tres velocidades. Un mismo suelo.
Este episodio no busca respuestas. Solo corre con vos. Te respira en la nuca.
Porque en esta carrera nadie sabe quién gana.
Solo quién no puede detenerse.
Un alma buena… ¿es siempre un alma libre?
En este episodio, seguimos a César, un hombre que vivió guiado por el miedo al castigo y la esperanza de una recompensa celestial. Pero al llegar al umbral del más allá, no encuentra el juicio prometido… sino un espejo. En un espacio suspendido entre la muerte y el regreso, César se enfrenta a sí mismo —literalmente— y descubre que ser bueno por temor no es lo mismo que comprender la bondad.
“César” es una reflexión íntima sobre la vida como aprendizaje continuo, la reencarnación no como castigo, sino como oportunidad. Un relato que desmonta la idea de premios y castigos celestiales, para proponer algo más profundo: el cielo como estado interior, no destino.
¿Y si lo que llamamos casualidad fuera solo una cita pendiente con algo más antiguo que nosotros?
En este episodio, las fronteras del tiempo y el espacio se desdibujan. Historias de vidas que se cruzan sin lógica aparente, intuiciones que se cumplen como profecías olvidadas y señales que solo el alma puede entender.
Una fotografía en Lisboa, un vagón en Alemania, una esquina en la India… y un vínculo personal que une a quien narra con un giro del destino imposible de predecir.
Porque a veces, el destino no se escribe… se recuerda.
En este episodio, exploramos historias donde el tiempo no es una línea recta, sino una curva que se dobla sobre sí misma.
Un niño que recuerda haber sido otro, un piano olvidado que revive una melodía imposible, manos que tallan rostros nunca vistos, oraciones en lenguas muertas, y colores que hablan a quien nunca los ha visto.
¿Reencarnación? ¿Memoria ancestral? ¿O ecos de vidas que nunca se fueron del todo?
Bienvenido a Radio Fantasma.
Donde lo que fue… aún es.
El Último Like narra la historia de @DamShine, un joven influencer que llevó su vida —y las tragedias a su alrededor— al extremo por mantener su fama digital. Tras un inquietante live final, su cuenta desaparece… pero algo sigue publicando. Una reflexión oscura sobre la obsesión con la exposición y el algoritmo que nunca duerme.
Kevin escribe cada mañana.
A veces un párrafo, a veces una carta.
Le habla a su padre… fallecido hace ocho años.
No visita el cementerio. No conserva su ropa. No guarda su voz.
Pero entra a Facebook… y escribe:
“Hola, pa. Hoy me acordé de ti cuando me comí un arroz pasado como el tuyo.”
Nadie responde.
Y sin embargo, Kevin lo hace todos los días.
Como si al otro lado… alguien leyera.
En este cementerio, los muertos no piden lágrimas.
Piden presencia.
Una dirección equivocada.
Un giro mal calculado.
Y de pronto, un desconocido se detiene ante tumbas que no le pertenecen…
pero que, por un instante, lo invitan a quedarse.
Este episodio de Radio Fantasma no habla de fantasmas que asustan,
sino de esos que esperan.
Esperan una mirada, un pensamiento fugaz, una pausa entre lo cotidiano.
Porque hay lugares donde la muerte no es el final,
sino una forma distinta de estar vivos.