
En un mundo donde todo cambia cada semana —las modas, los filtros, las reglas no escritas de cómo “deberíamos vernos”— ser auténtica se vuelve un acto de valentía. En este episodio te comparto una reflexión honesta sobre lo que me pasó al seguir tendencias que no me representaban, y cómo volver a mí misma no solo me hizo sentir más libre, sino también más coherente en mi trabajo y mi marca.
Si alguna vez te sentiste perdida entre tanto ruido estético, este episodio es un recordatorio de que la belleza real no se copia. Se reconoce.