
Aunque no todas, gran parte de las situaciones dolorosas que nos atormentan están completamente fuera de nuestro control y poco o nada podemos hacer para cambiarlas.
Sin embargo, sí que podemos cambiar nuestra actitud y la forma en que aceptamos los hecho. Existe una forma sana y calmada para dar respuesta al dolor.
¿Qué haría un estoico?