
Al nacer, naturalmente necesitamos de nuestros padres, y algunos de ellos necesitan de nosotros, creándose así un vínculo simbiótico. Con el paso del tiempo comenzamos a caminar e independizarnos cada vez más. Algunos padres pueden "torcer" la necesidad de independencia de sus hijos, al carecer de limites emocionales saludables, y pueden (debido a su inmadurez) malinterpretar la necesidad natural de independencia, y socavar los intentos de "Ser" de sus hijos. Aquí algunos consejos directos para las personas que se pueden identificar con este patrón de crianza poco saludable.