
El primer paso de un soñador, también conocido como EL principio, presente en el instante en que tenemos un motivo para hacer lo que nos planteamos. Transitando por el principio de un fin, traigo este concepto como algo que puede redimirnos de la merced del destino, en la cual caemos los humanos cegados e ilusionados por la controvertial desilusión.