Lavin, influenciado por su familia y su espíritu emprendedor desde joven, siempre tuvo un ojo para los negocios.
Mientras otros se enfocaban en sus estudios, él vendía objetos en el colegio y organizaba un exitoso torneo de videojuegos, donde empezó a ganar dinero con grandes márgenes.
Sin embargo, decidió seguir el camino académico.
Años más tarde, Lavin da un giro drástico en su vida al renunciar al negocio familiar para seguir su verdadera pasión: montar un e-commerce de gaming y lanzarse como emprendedor.
El viaje no fue fácil. Entre éxitos financieros y momentos de triunfo, Lamin también se enfrenta a la depresión y la soledad.
Después de vender sus empresas y tomarse un tiempo para reflexionar, encuentra un nuevo propósito, crear una marca de vino junto a su pareja, con una noble misión detrás de cada venta, ayudar a una asociación de animales diferente en cada ocasión. Pero, el desafío más grande de su carrera no será el éxito financiero, sino el descubrimiento personal.
Una historia de perseverancia, reinvención y el difícil equilibrio entre el éxito y la búsqueda de uno mismo es lo que nos contara en primera persona Lavin.