En este episodio de Procesando Ideas nos adentramos en una sensación que muchas personas creativas, profesionales y sensibles conocen bien: el síndrome del impostor. Esa voz interna que nos hace dudar de nuestros logros, que nos convence de que no merecemos reconocimiento, y que nos paraliza justo cuando estamos por compartir algo valioso. Pero, ¿y si esa voz no es solo interna? ¿Y si también es el reflejo de estructuras externas que nos fragmentan, nos exigen claridad absoluta y nos obligan a simplificarnos?



A través de una reflexión honesta, este episodio explora por qué el síndrome del impostor no es un trastorno, sino una experiencia profundamente humana. Hablamos de sus causas personales y culturales, de cómo nos afecta emocionalmente, y de cómo podemos aprender a convivir con la duda sin que nos bloquee. También reflexionamos sobre lo que significa crear desde la complejidad y habitar nuestros espacios con dignidad, sin tener que pedir permiso para existir.



Claves del contenido




Cuando la duda aparece después de un logro



¿Qué es el síndrome del impostor (y qué no es)?



Causas internas y culturales: autoexigencia, falsa humildad y estructuras rígidas



La estructura que imposta: cuando el sistema no sabe cómo nombrarnos



¿Cómo nos afecta? Invisibilización, fragmentación, parálisis



Estrategias para convivir con la duda creativa



Reflexión final: procesar nuestras ideas también es un acto de resistencia




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