No hay dudas de que el Redentor ya vino a Israel. Su nombre es Yeshúa. Murió en una cruz, y resucitó al tercer día. Con su sangre Él compró a todos los que se han arrepentido de sus pecados, y lo han aceptado como su Salvador. Él es nuestra única esperanza. Isaías nos muestra cual es el problema de la humanidad - el pecado. No es que Dios no quiera escuchar, o que Dios no pueda salvar; pero el pecado se vuelve esta pared, este abismo que no deja que Dios intervenga para salvarnos. Nuestra úni...
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No hay dudas de que el Redentor ya vino a Israel. Su nombre es Yeshúa. Murió en una cruz, y resucitó al tercer día. Con su sangre Él compró a todos los que se han arrepentido de sus pecados, y lo han aceptado como su Salvador. Él es nuestra única esperanza. Isaías nos muestra cual es el problema de la humanidad - el pecado. No es que Dios no quiera escuchar, o que Dios no pueda salvar; pero el pecado se vuelve esta pared, este abismo que no deja que Dios intervenga para salvarnos. Nuestra úni...
Isaías 29 - Este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí
Primero Dios, con Gerardo Farías
8 minutes
1 month ago
Isaías 29 - Este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí
En este capítulo encontramos una profecía contra Jerusalén. Se la llama Ariel - ciudad de Dios; pero es una ironía, porque aunque se consideraban la ciudad de Dios, en realidad ellos ya no lo temían. Se habían apartado de Dios. Su religión se había vuelto una religión de costumbres y rutinas. Celebraban las fiestas, hacían todos sus ritos, pero Dios ya no estaba en sus corazones. No lo amaban; mucho menos lo respetaban. Por lo tanto Dios se volvería su enemigo. Dios mismo pelearía contra ello...
Primero Dios, con Gerardo Farías
No hay dudas de que el Redentor ya vino a Israel. Su nombre es Yeshúa. Murió en una cruz, y resucitó al tercer día. Con su sangre Él compró a todos los que se han arrepentido de sus pecados, y lo han aceptado como su Salvador. Él es nuestra única esperanza. Isaías nos muestra cual es el problema de la humanidad - el pecado. No es que Dios no quiera escuchar, o que Dios no pueda salvar; pero el pecado se vuelve esta pared, este abismo que no deja que Dios intervenga para salvarnos. Nuestra úni...
