
¿Cuál es la relación entre mindfulness y la compasión? Pues yo te diría que sin compasión, no hay mindfulness. Te explico, considerar a la práctica de mindfulness como una herramienta única y exclusivamente enfocada en desarrollar nuestra capacidad de atención, de concentración, de presencia para dejar atrás el piloto automático y habitar el momento presente con una mayor intencionalidad, es correcto, pero a la vez limitante. La práctica de mindfulness va más allá de la atención, e incluye el cómo ponemos atención. A través de la actitud de la amabilidad empezamos a vincularnos de mejor manera con nosotros mismos y con los demás, eso abre la posibilidad de la empatía y la compasión, esta última es una invitación amable a aliviar el sufrimiento propio y ajeno. La compasión, la valentía de la acción consciente, elemento indispensable en nuestra práctica de mindfulness. Cerramos este episodio con la meditación de la atención enfocada y lo hacemos con compasión.