
Esta lección es para ti y para mí. Todos enfrentamos desiertos: momentos de tentación, desafíos o decisiones difíciles. En esos momentos, ayunar y orar nos conectan con Dios y nos dan las armas espirituales necesarias para vencer.
Recuerda, el enemigo siempre atacará tus puntos débiles, pero cuando has pasado tiempo en ayuno y oración, tu espíritu estará fortalecido y armado con la Palabra. Así como Jesús resistió, tú puedes resistir. Si hoy estás enfrentando pruebas, entra en comunión con Dios a través del ayuno y la oración. Ahí encontrarás la fuerza, el enfoque y la victoria que solo Él puede dar.