
Un ayuno efectivo delante de Dios va más allá de abstenerse de comida; es una entrega completa del corazón. Isaías 58:6 nos recuerda que el ayuno que agrada a Dios libera cargas, rompe cadenas y promueve justicia. Quiero darte algunas claves para un ayuno efectivo: por favor, piensa en la importancia de cada clave.