
En Lucas 5, encontramos a un hombre lleno de lepra que se postra ante Jesús y le ruega: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”. La respuesta de Cristo fue inmediata: “Quiero, sé limpio”.
Esta predicación nos recuerda que el toque de Jesús no solo sana enfermedades, sino que también limpia la lepra del pecado en nuestras vidas. Aunque la sociedad lo había rechazado, Jesús lo miró, lo tocó y lo transformó.
👉 Descubrí cómo este encuentro persona a persona con Jesús nos muestra que nadie está demasiado lejos de su gracia.
📖 Texto bíblico: Lucas 5:12-13