En esta predicación, Miguel Díez enseña la importancia de vivir con la unción del Espíritu Santo, comparándola con el aceite que nutre y preserva. Sin ella, la fe se debilita y el discernimiento se pierde; con ella, rompemos cadenas, vencemos tentaciones y caminamos bajo la protección de Dios. A través de ejemplos bíblicos como José, Samuel y Saúl, y testimonios de vidas transformadas, entenderás por qué la unción debe buscarse cada día y no vivir de experiencias pasadas. Descubre cómo la unción rompe barreras, expulsa demonios y renueva fuerzas espirituales. Esta enseñanza te inspirará a clamar por aceite fresco del cielo, a cuidar la medida de tu unción y a mantener tu lámpara encendida hasta la venida de Cristo.