
Brenda del Castillo, de apenas veinte años; Morena Verdi, también de veinte; y Lara Gutiérrez, una adolescente de quince, fueron secuestradas, torturadas y asesinadas en Florencio Varela en un brutal ajuste vinculado al narcotráfico. Las autoridades investigan si las torturas fueron transmitidas en vivo por Instagram, en un hecho que marca un antes y un después en la barbarie criminal. Este triple crimen no solo desnuda la crueldad del narco, sino también la impotencia del Estado y la fragilidad de nuestras sociedades. No es un drama aislado: es una advertencia continental. ¿Vamos a normalizar el terror o exigir un Estado que de verdad proteja la vida?