
27.08.2021 No me gustan las despedidas de las personas que amo, a quienes quiero tener conmigo todo el día, como a mi esposa y mi hijo de 7 meses de vida. Estoy seguro que a Dios tampoco le agrada, y ejemplo de esto está en Juan, cuando Jesús está por irse de esta tierra, pero les habla a sus discípulos acerca del Espíritu Santo. Espiritualmente hablando, la despedida de Jesús, no vino a restar, ni tampoco a dejar vacíos, sino todo lo contrario, vino a acercarnos a Dios, vino a acortar las distancias con él, sin lugar a dudas, nos convenía que Jesús partiera. Bendiciones.