
Podríamos empezar diciendo lo típico de que Little Italy es mucho más que la Pequeña Italia. Pero es lo contrario: es mucho menos. Inundada de turistas, la zona ha perdido el sabor que tuvo antaño. Quizás la única esencia que mantiene es el aroma a pizza que sale de los restaurantes, justo antes de que te topes con el graffiti de Audrey Hepburn.