
Ser reconocido es una expresión natural humana que nos acompaña desde hace miles de años cuando vivíamos en tribus. Necesitábamos ser reconocidos por qué necesitábamos pertenecer a esa tribu. Si no lo éramos, nos expulsaban y moríamos. Por ese motivo el reconocimiento es un proceso natural que deja de serlo en el momento que creamos dependencia en el. Ser auténtico no requiere de búsqueda sino de recordar quién verdaderamente somos: potencial infinito.
En este enlace tienes toda la información sobre mi libro Meditar con los Ojos Abiertos: 10 herramientas prácticas para meditar cuando no puedes meditar