
En México, aguantar se aplaude. Callar es prudente. No meterse es de sabios.
Pero... ¿y si todo eso solo fuera miedo disfrazado de fortaleza?
En este episodio hablamos de cómo la cultura del “ni modo” y el “mejor no digo nada” nos ha enseñado a sobrevivir en lugar de cambiar las cosas.
¿Cuánto más vamos a aguantar antes de empezar a hablar?