
🐾✨ Los perros habitan un mundo de tacto—desde su pelaje y bigotes hasta sus patas y piel. El roce de una brisa en su manto o la textura del suelo bajo sus almohadillas da forma a cómo se sienten seguros, cómodos y conectados. Sus mantos, ya sean dobles, duros, sedosos o desnudos, hacen que la experiencia táctil sea única en cada perro.
El tacto también es un lenguaje de amor. Las caricias suaves en el pecho o los hombros pueden calmar y fortalecer el vínculo, mientras que los abrazos o palmadas en la cabeza pueden resultar incómodos. Al notar cómo experimentan el tacto, aprendemos a comunicar cuidado en un idioma que sí entienden 🤲💛🐶.