
Este poema de diez estrofas narra el viaje emocional de un corazón herido que atraviesa el dolor del despecho, recordando promesas rotas y momentos de soledad. A través de un lenguaje cargado de sentimientos y metáforas, el texto muestra la tristeza inicial y el proceso de sanación, hasta llegar a un renacer emocional. El protagonista aprende a amarse a sí mismo, a dejar ir lo que duele y a abrirse nuevamente al amor, no desde la dependencia, sino desde la fortaleza y la libertad. Es una obra que mezcla melancolía y esperanza, reflejando que de las cenizas del desamor puede surgir un amor más puro y auténtico.