
, a menudo, nos comprometemos con metas o desafíos que **van más allá de lo que nuestra realidad nos permite** [1]. Esto puede manifestarse cuando una mujer decide abandonar su carrera profesional para la crianza, sintiéndose bien en casa con su bebé, pero echando de menos su desafío profesional [1]. En muchos casos, la incorporación de la mujer al mundo laboral no es solo una necesidad económica, sino también una necesidad de **realización personal** [2].
Un peligro, especialmente para las mujeres, es caer en la trampa de creer: "**Yo lo voy a hacer todo, yo lo puedo hacer todo**" [2]. La pregunta crucial es: si puedes hacerlo todo, **¿a qué precio?** [2]. Este no llegar a las exigencias autoimpuestas genera un sentimiento de culpa [3].
### La Necesidad de Límites
Se subraya que reconocer nuestros **límites personales y saludables no es egoísmo** [3-5]. Es una forma de cuidarse **honradamente y honestamente** [4]. Debemos ser realistas para evitar la extenuación, el agotamiento, la poca paciencia hacia uno mismo y hacia los demás, y un tremendo sentido de culpa [4].
Para evitar la culpa, primero tenemos que **entendernos y explicarnos nuestros límites a nosotros mismos** [3]. Muchas personas se sienten culpables al decir "no" por miedo a decepcionar a su entorno, pero la fuente advierte que **no se puede vivir la vida entera preocupado por complacer a todos los demás** [6].
### Consecuencias de Dar en Exceso y Creencias Erróneas
Dar más de lo que se puede o se quiere se traduce en **agotamiento, resentimiento, pérdida de la identidad, e incluso problemas de salud mental** como depresión y ansiedad [7].
La culpa muchas veces proviene de **creencias aprendidas** (a veces de índole religiosa) que dictan que uno "debe de estar disponible a ayudar a todo el mundo" [8]. Es necesario reflexionar sobre estas creencias, ya que pueden ser erróneas [7]. La mejor creencia en este sentido es: **amarás a los demás como a ti mismo, pero no más que a ti mismo** [7]. Si uno sabe quererse a sí mismo, sabrá querer a su entorno también [7].
Un ejemplo de exceso de carga es el caso en que una persona asume sola el cuidado de un familiar mayor o enfermo, y le hacen sentir culpable si no ayuda, pues el familiar tendría que ser llevado a un centro [9]. Este tipo de situación genera resentimiento y conflictos porque la carga no se reparte [9, 10].
### Solución: Priorización y Asertividad
Para evitar dar en exceso y el resentimiento consecuente, es necesario [10]:
1. **Priorizarse:** A menudo, dentro del adulto, hay un niño o niña interior que no ha sido escuchado ni atendido [6]. Hay que poner a esa **"niña o niño en primera línea"**, dedicándole tiempo, atención, cariño y ternura [8]. Si uno no se prioriza, **nadie más le va a dar prioridad** [11].
2. **Repartir Tareas:** Cuando la situación lo amerita, como en el cuidado de un familiar, hay que **repartir tareas** y arrimar el hombro entre todos [11].
3. **Ser Asertivo:** Es fundamental **aprender a decir "no" sin sentirnos culpables** [10]. Hay que decirlo de manera asertiva y tranquila, aceptando primero que **nuestras fuerzas no son ilimitadas** [5, 11].
4. **Dar desde la Abundancia:** Debemos dar **desde la abundancia y no desde la obligación** [5]. Lo que se ofrezca, debe darse con cariño y sabiendo decir: "**Lo siento, pero hasta aquí es lo que yo puedo dar**" [5].
Ser un "santo mártir" solo trae problemas a largo plazo, pues alguien acabará pagando esa factura pendiente [12]. Más vale atajar las cosas a tiempo [12]. **No ofrezcas más de lo que puedes dar, porque para dar más siempre hay tiempo** [12].