
La historia de Israel, que narra el libro de Josué y otros libros históricos, no solo atañe al pueblo de Abraham, sino a la historia de la redención humana. Dios trazaba en medio de todos estos hechos poderosos, la línea de justicia por donde vendría el redentor prometido, la simiente de la mujer de Génesis 3:15, quien es la misma simiente de Abraham en Gálatas 3:16; es decir: Cristo.