
No soy la mujer de Proverbios, y por mucho tiempo, eso me pesó.
Escuchaba predicaciones, leía libros, y veía mujeres que parecían tenerlo todo bajo control: El hogar perfecto, la paciencia infinita, la sonrisa constante. Mientras yo, a veces, solo quería llorar, descansar… o simplemente… no poder con todo.
Me preguntaba:¿Acaso estoy fallando como mujer?
¿Soy menos espiritual por no encajar en ese molde?
Hasta que entendí algo.
La mujer de Proverbios no es una jaula.
Es una inspiración, no una imposición.No está escrita para aplastarte, sino para recordarte quién puedes llegar a ser cuando caminas con sabiduría y propósito.