
Durante mucho tiempo se pensó que nuestra forma de ser estaba “fijada” y que era muy difícil cambiar. Sin embargo, la neurociencia moderna ha demostrado lo contrario: nuestro cerebro es neuroplástico, es decir, puede reorganizarse, crear nuevas conexiones neuronales y eliminar las que no usamos.
No esperes a que la vida cambie… reescribe el guion en tu mente y el mundo seguirá tu historia.