
Uno de los descubrimientos más grandes es que tenemos la habilidad de crear la vida que deseamos. Las personas responsables reconocen esto y comprenden que podemos controlar nuestras propias vidas. Como resultado, también somos capaces de eliminar o cambiar las cosas que no nos gustan. Cuando somos responsables, otras personas y circunstancias ya no tienen control sobre nuestras vidas, nuestras emociones, nuestras decisiones o nuestro futuro. Nosotros, y sólo nosotros, elegimos quiénes somos y qué hacemos.
Finalmente, también debemos realizar que las consecuencias que enfrentamos en cualquier situación son el resultado directo de nuestras propias decisiones. Cada decisión que tomamos nos afecta a nosotros y a las personas que nos rodean. Las personas responsables no buscan señalar a otros, culpar a otros o poner excusas. En lugar de ello, buscan oportunidades para aprender de sus fallas y errores de manera que puedan continuar creciendo y mejorando.