
El interés compuesto es clave para construir riqueza, permitiendo que el dinero genere ganancias sobre ganancias con el tiempo. La disciplina del ahorro y el uso estratégico de cuentas bancarias son esenciales para optimizar recursos. Evitar cuentas corrientes sin rendimiento y explorar alternativas como la renta fija pueden marcar la diferencia. Planificar y hacer que el dinero trabaje por sí mismo es la clave para lograr estabilidad y crecimiento financiero.