
Este capítulo enseña que “el alma sin conocimiento no es buena, y el que se apresura peca”.
Nos habla de la importancia de la prudencia, de la generosidad, de cuidar el corazón y de reconocer que Dios endereza nuestras vidas cuando buscamos Su sabiduría.
con amor infinito
@karencervanteslc 🤗