
Este capítulo inicia con una poderosa verdad:
“La mujer sabia edifica su casa, pero la necia con sus manos la derriba”.
Habla de temer al Señor, actuar con rectitud, hablar con verdad y vivir con discernimiento.
La necedad lleva a la destrucción; la sabiduría trae estabilidad y honra.
con Amor Infinito
@karencervanteslc 🤗