
La semana pasada hablamos de la educación rural en Colombia, de la gran desigualdad, los grandes porcentajes de diferencia entre un sector y otro, el abandono, lo efímero y lo poco que se ha hecho en la historia por ayudar a las personas a salir adelante, es irónico saber que las personas que se encargan de hacer mover este país sean las más olvidadas, ignoradas y no escuchadas, ¿Cuándo aprenderemos? o ¿es que tenemos que esperar a que esas personas falten para darnos cuenta de lo que perdimos? estamos a tiempo de hacer bien las cosas por primera vez, se puede, aun se puede, lo lamentable es que la educación rural sigue recibiendo olvido, corrupción, burlas y una incapacidad del gobierno Colombiano que hoy es el día y ni ganas de reaccionar tiene.