
El intestino participa en la digestión de los alimentos, la absorción de nutrientes y el control del ingreso de sustancias extrañas y microorganismos patógenos al organismo. Por estos motivos, una óptima salud intestinal es clave para que los cerdos alcancen un buen desempeño productivo. Las enfermedades que afectan al tracto intestinal pueden reducir la eficiencia de conversión alimenticia y la ganancia de peso, reducen el bienestar animal y pueden requerir el uso de antimicrobianos para su control. Entre estas enfermedades, la ileítis porcina es considerada endémica en las granjas de cerdos de todo el mundo y es responsable de considerables pérdidas económicas a nivel mundial. Incluso, continúa siendo un problema importante en granjas con un alto estado de salud, tanto en su forma clínica como subclínica.
Para lograr un control exitoso de la ileítis porcina y otras enfermedades entéricas es necesario un abordaje integral que considere factores como la inmunidad, la microbiota intestinal, la nutrición, el estrés y las prácticas de manejo.