
Cada mañana, yo, María, elijo rescatarme.
Elijo ponerme de pie, hacer mi ejercicio, mantener mi disciplina.
Porque he aprendido que la energía de rescate no viene de afuera: vive dentro de ti.
En este episodio te invito a reflexionar sobre tu papel como tu propio salvavidas.
Nadie va a rescatarte si tú no decides hacerlo primero.
Se trata de elegirte todos los días, aunque cueste, aunque el mundo te empuje a olvidarte de ti.
La decisión de salvarte empieza con un solo “sí”… el tuyo.