
Una de las preguntas que más me hacen es:
“María, ¿cómo curo el dolor profundo?”
Mi respuesta siempre es la misma: Perdonando para Vivir.
Muchos me dicen: “Es difícil, María”.
Pero la verdad es que eres tú quien decide si hacerlo difícil o no.
El camino del perdón no solo es más satisfactorio… también es más ligero, más liberador y más fácil de lo que imaginas cuando eliges recorrerlo.
En este episodio, te invito a descubrir cómo el perdón puede convertirse en tu herramienta más poderosa para soltar el peso del pasado y abrir espacio a una vida de paz y plenitud.
El perdón no es un regalo para quien te hirió… es un regalo para ti.