
Tenemos la tendencia de querer forzar a las personas que amamos.
Lo hacemos con buenas intenciones, pero muchas veces, ese empuje crea resistencia y distancia.
En este episodio, comparto cómo he aprendido a practicar la energía de guía en lugar de la energía de empuje, especialmente con mi hija y con mi pareja.
Guiar significa mostrar el camino, ofrecer herramientas y dar espacio…
porque cada persona tiene su propio proceso y su propio tiempo.
Cuando dejamos de forzar y empezamos a guiar, creamos relaciones más sanas, más libres y más auténticas.
Y, sobre todo, les damos la oportunidad de encontrar su propio camino.
La guía abre puertas. El empuje las cierra.