Es importante no apegarse demasiado a las personas, pues conforme avanza la vida, tu evolución, te vas dando cuenta que no importa que tan buen amigo o amiga o pareja seas, el día que hagas falta, te van a reemplazar, nadie va esperar por ti toda la vida, aprende a vivir una vida preparado para esperar todo de todos.

Creo que no existe mejor camino de aprendizaje que el dolor, el dolor nos permite crecer, el dolor nos permite ver más allá y ser más conscientes sobre lo que nos rodea y sobre nosotros mismos, a pesar de sentir que te mueres por dentro, el dolor es y será parte de nuestra vida queramos o no, ¿vale la pena tener tantos dolores por dentro para poder ser mejor?

Después de escuchar tanto esa frase, decidí reflexionarla y compartir con ustedes el que representa esa frase en mi y en lo que soy y veo, no sabia que tan necesario era plantearnos de vez en cuando si los lugares en donde estamos son los correctos o si realmente nos hacen sentirnos completos.

Del amor nadie se salva, eso está claro, de que nos rompan el corazón tampoco, pero no podemos dejar que experiencias pasadas nos traumen al grado de ir caminando por la vida con un escudo y con miedo a volver a amar, pues siempre encontraremos a alguien que nos regrese todo lo que habíamos perdido en esas relaciones pasadas, es importante amar con la misma intensidad que como si fuera la primera vez, sin miedo a que nos rompan el corazón.

Vivimos constantemente encerrados en una nube de pensamientos negativos, deseando ser la mejor versión de nosotros mismos, pensando en todo lo que no tenemos y todo lo que no somos pero nos gustaría ser o tener, ¿Como podemos transformar esos pensamientos y deseos en algo real? Muy simple, cambiando nuestra manera de pensar.

Muchas veces estamos atados a personas, situaciones o pensamientos que nos hacen daño, sin darnos cuenta que la vida nos puso esto para aprender, crecer y pasar pagina, no para sentirnos mal toda la vida dejando que esas heridas nunca sanen, debemos aprender de experiencias pasadas y olvidarlas, para poder vivir realmente.