
Tras casi dos años de guerra entre Israel y Hamás, más de 60 mil personas han perdido la vida, 18 mil de ellas niños, según la UNICEF. Aquellos que aún sobreviven se encuentran en niveles catastróficos de hambre, pero no solo es una consecuencia del conflicto armado, pues se destruyeron lugares clave para el desarrollo y abastecimiento de alimentos, orillando a la hambruna a niños, bebés, mujeres y hombres inocentes.
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