
Dios Tiene la Última Palabra
Dimos inicio a la serie “Tiempos”, aprendiendo del rey Ezequías que los momentos más difíciles pueden ser también escenarios de intervención divina. Cuando el profeta Isaías le anunció su muerte, Ezequías volvió su rostro a la pared y oró. Su oración sincera, acompañada de una vida de fidelidad, movió el corazón de Dios.
El tiempo humano le había puesto fin, pero el Kairos, el tiempo de Dios, apenas comenzaba. En respuesta a su clamor, Dios cambió el decreto y añadió quince años a su vida. Así nos recuerda que cuando todo parece terminar, el Señor aún puede escribir un nuevo capítulo.
Ezequías nos enseña que la oración unida a la obediencia tiene poder, y que una vida de integridad y servicio tiene peso delante de Dios. Por eso debemos mantener nuestra casa en orden, conscientes de que cada día es una extensión de Su misericordia.
Ningún diagnóstico, palabra o circunstancia define nuestro final. Dios tiene la última palabra, y mientras Su propósito permanezca, el tiempo seguirá siendo nuestro aliado para ver Su fidelidad cumplida.
Dios te bendiga,
-Fernando Arias