
El arqueólogo Hans Navarrete, acude a la iglesia del padre José en busca de paz luego de un terrible e inexplicable suceso suceso; más que cualquier cosa que hubiera visto en su larga carrera. Abrumado por el mural de Mathias Goeritz "La Mano de Dios", revive la serie de extraños descubrimientos que lo llevaron a vivir las sangrientas muertes de sus seres más preciados.