
El mundo late a un ritmo. El sol sale y se pone todos los días, las estaciones cambian cuatro veces al año y nuestros cuerpos disminuyen y fluyen en un ciclo lunar. Vivimos por un ritmo inhalar-exhalar- inhalar-exhalar, pero rara vez nos detenemos a notarlo. Encontrar el ritmo y el equilibrio es una búsqueda digna. Si no encontramos equilibrio, nos estamos diciendo que todo el mundo está sobre nuestros hombros y que si nos detenemos, la vida se derrumbará.