
No sé ustedes pero mi vida como madre está llena de rutinas, en parte porque es más fácil y en otra porque me gustan. Pero a veces caigo como en un remolino ️de rutinas que me envuelve y termino perdiendo la ubicación. Voy avanzando pero no sé si al norte o al este. Son buenas, las rutinas dan seguridad, mis hijos aprendieron muchas cosas por ellas, como dormir temprano, ordenar sus juguetes, alistarse antes de salir, etc. Y eso me ayuda mucho en medio de mi caos y mi afán por controlar tanta testosterona corriendo por mi casa. Con 3 chicos, con temperamentos tan diferentes, es fácil descontrolarse.