
Una de nuestras mayores preocupaciones como madres es que nuestros hijos coman bien y coman sano. Nos esforzamos en esta lucha que para muchas ha sido victoriosa y para otras ha sido devastadora, pero hay una alimentación que también es muy necesaria para nuestras familias y que trasciende más allá de un alimento físico y es nutrirlos en principios y valores que sean los cimientos para el futuro de ellos. En este tema es necesario que seamos más intencionales y procurar para ellos momentos en los cuales puedan crecer, no dejar esta responsabilidad en manos de los colegios sino que pueda surgir de nuestros hogares.