
Lo que Dios quiere para ti, es que crezcas en la esperanza y en la fe, que sepas que Él está hablándote, todos los días, diciéndote: “YO TE VOY A FORTALECER”. No esperes tu fortaleza de otras fuentes, si no, más bien, espera tu fortaleza de parte de Dios, que es quien te da las fuerzas que ni el hombre ni las circunstancias pueden darte, que te pueden hacer elevarte, de tal manera que vivas los tiempos complicados y adversos con un corazón lleno de esperanza y de gozo.