
A veces Dios sorprende levantando a quienes el mundo ya descartó. Judá no era el más justo, ni el más fuerte, pero Dios lo eligió para mostrar que Su gracia no depende del mérito humano, sino del propósito divino.
Este episodio te invita a confiar en que, aunque otros no vean tu valor, Dios puede usarte para algo mucho más grande de lo que imaginas.