¿Alguna vez sentiste que la vida te vuelve a poner en la misma situación una y otra vez?
Un conflicto que creías superado, pero regresa con otra forma.
Un patrón que reconocés, pero del que no podés salir.
Un límite que intentás atravesar, pero siempre parece haber algo que te frena.
¿Por qué pasa esto?
Porque la naturaleza, el tiempo y la biología no son lineales, sino cíclicos.
Todo en la vida sigue un ritmo, una lógica precisa.
Desde la sucesión de Fibonacci en la naturaleza hasta los ciclos memorizados del tiempo que estudió Marc Fréchet, todo se organiza en patrones que buscan restaurar un equilibrio.
Y nosotros, como parte de esa perfección, también repetimos.
Repetimos experiencias que quedaron abiertas en nuestra infancia.
Repetimos emociones que ya sintieron nuestros ancestros.
Repetimos historias que nuestra biología aún no resolvió.
Pero, ¿qué pasa si en vez de verlo como un castigo, lo vemos como una oportunidad?
¿Qué pasa si en cada repetición hay una invitación a mirar más profundo?
¿Qué pasa si ese ciclo que vuelve es, en realidad, una puerta abierta al cambio?
La vida no nos pone a prueba.
Nos da claves.
Nos muestra lo que necesitamos ver.
Y la pregunta es: ¿qué vas a hacer con eso?
Podés seguir como hasta ahora, esperando que el tiempo haga su magia.
O podés observar el patrón, descifrar su origen y tomar una decisión diferente.
Si sentís que llegó el momento de comprender lo que se repite en tu vida y transformar ese ciclo en un salto de conciencia, te acompaño en el proceso.
Porque cuando cambiamos, el ciclo no se corta… se eleva.
Vamos juntas amo acompañarte
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