Cuando hablamos de vida rural, a menudo tenemos una imagen idílica de una vida relajada, sin estrés ni ruido de coches ni tráfico. Y así es, pero hay otra realidad mucho más desconocida: la salud mental de nuestros agricultores, porque la realidad en el campo es mucho más dura de lo que parece. Cada vez hay más herramientas en nuestra sociedad para cuidarnos, pero no llegan a todas partes por igual y los medios son menores en el ámbito rural. Si escuchas, te lo cuento.