
Creativo y versátil, dueño de un coqueteo que fluye entre la timidez, con el escudo de una gran sensibilidad, y lo pícaro e intrépido. Pabla, quien de alguna manera se convirtió en la voz de los románticos en tiempos de flirteo virtual, nos contó sobre su relación con lo que se exige de las masculinidades, su ímpetu curioso y su hambre de vivir experiencias -o de inspirarse a través de las de los demás- para que luego queden plasmadas en sus ilustraciones. Nos adentramos en su mundo y descubrimos entonces, si es una señora de treinta y seis años, un joven piola y con rulos, o una adolescente hormonal. O bueno en realidad quizás no nos quedó del todo claro, y nunca lo sabremos.