
En plena pandemia en 2020 y en medio de la mayor recesión económica que ha vivido el país, no deja de sorprender la llegada de carros eléctricos al mercado. Muchos podrán pensar que la venta de estos vehículos es una alternativa para incentivar el uso de las energías renovables en una Venezuela con crisis petrolera, pero justamente se promociona su uso en un momento en el cual los apagones por falta del servicio de electricidad son ‘el pan nuestro de cada día’.
Esto sumado a la crisis energética que en los últimos 10 Años se ha venido agravando también la escasez de gasolina, del gas licuado para uso doméstico, y del diesel. Este último, el diesel, si bien es usado para el transporte pesado, también se usa para la mayoría de las generadoras de electricidad en Venezuela.
Las sanciones impuestas por los Estados Unidos a Venezuela, también complica a la dictadura poder obtener el diesel necesario para poder seguir operando, y por ende, no creo que tener carros eléctricos en un país en el que eventualmente va a incrementarse el problema de electricidad sea algo que pueda resultar efectivo.
Pero también, lo que veo es que hay algunas movidas que el imbecil de maduro está haciendo para tratar de cortejar la administración Biden y así puedan aliviar de algún modo las sanciones que viene teniendo el régimen desde la presidencia de Donald Trump.
Para mi esta movida, es que al final, la gasolina será para los pobres y el uso de los carros eléctricos; que tienen un costo de entre $17.000 a $25.000, serán solo de uso exclusivos de los enchufados, cosa que me sorprende que literalmente para que estos carros funcionen es obvio de que tienen que estar enchufados para así poder cargar sus baterías. Carros de enchufado que tienen que estar enchufados...