DIMC no solo es rapero, productor y artista. También es un narrador que ha usado la música como forma de terapia, búsqueda personal y puente con su historia familiar. En este episodio de No Hay De Otra, nos cuenta cómo ha sido ese viaje: desde hacer beats en cafés internet, hasta tener claro que ya no hay vuelta atrás.Hablamos de sus inicios con Shell en el colegio, de las primeras canciones grabadas en una USB, de los choques con su mamá, y de cómo hoy ella es su mayor crítica y cómplice. Nos abre la puerta a su proceso creativo, su manera de construir identidad musical y cómo ha aprendido a reconocer el valor de su historia sin esperar aprobación externa.Además, exploramos la vulnerabilidad masculina, los altibajos emocionales, el síndrome del impostor, el descanso como parte del proceso creativo y su álbum Rompe Corazones: un trabajo que nace desde el dolor, pero que busca sanar. DIMC no tiene plan B. Y este episodio lo demuestra.